Pues eso.

sábado, 14 de junio de 2008

Hola!

Última entrada de "Cero en caligrafía". A estas alturas, después de tantas entradas, está todo dicho, además como las despedidas "sentidas" no me van, prefiero terminar con un toque de humor.



Lo dicho, adiós!

P.D.: La ilustración es de Alberto Montt

Mi experiencia con Internet (2)

miércoles, 11 de junio de 2008

O lo importante que es tener fuerza de voluntad.

Hola,

Sintiéndolo mucho la experiencia de hoy no es exactamente como la última, y no es porque no me queden ranas (¬_¬’), pero ayer olvidé posicionarme frente al aprendizaje lingüístico en línea.

Otra experiencia que tuve con Internet fue en 2º de alemán en la Escuela Oficial de Idiomas. El ritmo de la clase era un poco lento y, con la excusa de la prueba de acceso de la Pompeu, pregunté a la profesora si conocía alguna página web en la que practicar por mi cuenta, y resultó que conocía una web no muy moderna pero con la que podía trabajar de manera autónoma y desde casa.

La página consistía únicamente en ejercicios de gramática. Estaba organizada en varias lecciones, que constaban de una explicación en alemán sobre el tema, seguida de unos ejemplos ilustrados, y un listado interminable de ejercicios, básicamente de rellenar huecos. Cuando los terminabas, el ordenador te marcaba los errores y te daba la oportunidad de hacerlo de nuevo; si te equivocabas otra vez, te daba la solución y una explicación.

Al principio lo cogí con ganas pero poco a poco lo fui dejando porque estaba muy liada con el bachillerato (“claro, claro...” me decía la profesora cuando me preguntaba) y, bueno, también porque además de monótono, nadie controlaba si hacía o dejaba de hacer.

Por supuesto, al aprobar la prueba de acceso, la abandoné definitivamente […].

Sin ninguna duda las herramientas que nos ofrece Internet para aprender lenguas son cada vez más provechosas, pero por más útiles que sean, el uso que hagamos de ellas depende exclusivamente de nosotros. En mi opinión, aprender lenguas en línea está bien pero solo si nos comprometemos a hacerlo, y es que la autonomía que nos ofrece Internet es buena hasta cierto punto… Empezamos creyéndonos autosuficientes y terminamos siendo unos perezosos. O al menos yo.


Ya queda menos, blocaires!


Mi experiencia con Internet (1)

martes, 10 de junio de 2008


O cómo enamorarse de un chico seis años mayor que tú (Segunda parte).

Antes de llegar al desenlace de esta historia, quería deciros que pasado un tiempo me medio enamoré de Mark, hasta tal punto que llegué incluso a decírselo a mi madre… Era cariñoso, guapo (nos mandamos fotos, claro), hablaba inglés… Por supuesto, nunca me declaré aunque sospecho que se lo podía imaginar. Pasamos de despedirnos con un “ok, macht’s gut” (bueno, cuídate) a hacerlo con un “ciao, süβe/süβer” (ciao, niño/cariño…) “schlaf schön, meine kleine Spanierin” (que duermas bien, mi pequeña españolita)… ¡incluso llegó a mandarme fotos de su familia!

Pero, como ya auguraba mi padre, la cosa no terminó bien. El día de mi cumpleaños Mark me mandó un mail muy dulce (cuidado, eh! que me pongo ñoña) con un adjunto. Consumida por la curiosidad, abrí la imagen antes de leer el texto. Era algo así como una postal de esas que puedes bajarte de Internet. Había una rosa roja y una frase felicitándome por mi cumpleaños. Cuando leí el mail, todo se desvaneció: me dejaba. Yo era muy joven, él quería invitarme a su casa pero mis padres no nos dejaban y… su ex novia había vuelto a Colonia.

Y eso fue lo último que supe de él.

Eso sí, los mails corregidos que aun guardo en el último cajón de mi escritorio, no me los quita nadie, y la experiencia en un chat, tampoco.

Cuideu-vos, blocaires!

Mi experiencia con Internet (1)

O cómo enamorarse de un chico seis años mayor que tú (Primera parte).

En primero de bachillerato, con apenas un año de alemán –creo–, conocí a una chica alemana en el instituto y hablando sobre el idioma y demás, me pasó la dirección de un chat “chatcity.de” para que practicara. Recuerdo que hacía poco que en casa habíamos contratado Adsl, así que tampoco me manejaba demasiado bien pero un día me decidí a entrar.

Al principio era un rollo, ya que cuando conseguía que alguien me hablara –perdón por la interrupción pero… ¿sois conscientes de lo difícil que es que alguien te haga caso en un chat en el que conversan más de cincuenta personas a la vez? –, bueno pues la cuestión es que cuando alguien me contestaba el saludo, al poco tiempo, dejábamos de hablar, bien porque yo no podía seguir la conversación puesto que no me enteraba de nada, o bien porque contestaba con miles de faltas y, evidentemente, el otro se cansaba.

Hasta que un maravilloso día entré en el chat con un “hallo, ist da jemand?” (¿hay alguien?) y un tal /Markus me respondió. Estuvimos hablando más de tres horas, le fascinó (o eso decía, claro) que con solo un año de alemán me metiera en un chat para practicar. En tres horas, le había contado que vivía en Castellón, que quería estudiar traducción o filología en Barcelona, y que no tenía novio, jajaja.

Era seis años mayor que yo. Era un chico muy majo, era polaco pero vivía desde hacía ocho años en Colonia. En el chat era muy correcto y apenas intentaba flirtear conmigo, lo que me inspiró confiaba.

El tiempo pasaba y sin darnos cuenta llevábamos chateando casi seis meses, además de escribirnos por correo electrónico. Lo de los mails era divertidísimo, porque sin decirle nada, Mark, que así se llamaba en realidad, me adjuntaba en su respuesta mi mail con las faltas corregidas… ¿No os parece una monada? ^^ La verdad es que con él aprendí muchísimo, todos los viernes hablábamos en el chat y aunque yo cometía errores, siempre me animaba. Me contó también cosas de Colonia, de lo que estudiaba…En fin, que era una manera de enriquecer no solo mi alemán, sino también mis conocimientos del país.

(Ya mismo viene la segunda parte)

Red.es - Congreso Nacional Internet en el Aula

viernes, 6 de junio de 2008

Hola,

os paso unos videos interesantísimos sobre Internet en el Aula y uno de los proyectos educativos de Red.es. Aquí tenéis el link de donde he sacado la información por si os interesa informaros un poco más http://e-learning-teleformacion.blogspot.com/2008/06/agrega-repositorio-de-contenidos.html

Qué paséis buen fin de semana!


PD: por cierto, parece que en España tampoco vamos tan atrasados como pensaba, qué bien ^^



Evaluación (rima con sofocón)

martes, 3 de junio de 2008

Hola!

La evaluación que he “sufrido” durante casi todo el tiempo que pasé en el colegio e instituto es la evaluación normativa y sumativa. No es que los profesores no consideraran el progreso y la evolución del alumno, pero lo más importante en realidad era aprobar el examen final con una nota mayor que cinco; con eso no necesitabas más: estabas dentro de los aprobados –suficiente para que no te castigaran tus padres–, sabías lo mínimo para pasar de curso, y, como los profesores son así, te aprueban porque sí, porque tienes un cinco.

Recuerdo que este sistema sumativo generó algunos conflictos en clase: ¿tenía que conformarse Sofía con un ridículo aprobado en química después de fotocopiarse miles de libros y apuntarse a un curso de química privado? Y Nacho, ¿se merecía un cinco “simplemente” por haber aprobado el examen –no se sabe cómo– pero sin haber hecho la mitad de las prácticas? ¿Y qué pasa con Rubén, que pese a no aprobar el examen mejoró considerablemente en química entre el primer y tercer trimestre?

Confieso, que siempre me han indignado los números, y no solo en los exámenes, sino también en las prácticas. Además de ser injustos en algunos casos, fomentan la competitividad y el malestar entre los alumnos. No sé si lo habréis experimentado aunque estudiando en la Pompeu no me extrañaría lo más mínimo, la cuestión es que en mi clase, por ejemplo, 1) según las notas que sacabas, el resto de estudiantes te miraba y trataba de una manera u otra y 2) las ansias y lucha por sacar la nota más alta o una mejor que la del vecino eran más que palpables en el aula… lo que desembocaba en una escasez de compañerismo considerable.

Después, gracias a Dios, llegó la universidad y aunque el espíritu competitivo continúa existiendo, las prácticas y las evaluaciones parecen no ser tan exageradamente normativas y sumativas como a las que nos tenían acostumbrados.

Por cierto, ¿habéis tenido a una profesora alemana no muy alta y delgadiiiita delgadita? Jaja, mañana os hablo de ella, eso sí, sin dar nombre, que igual se entera Cassany y me baja la nota, XD!

¡Fins demà, blocaires!

I'm not American... I'm Canadian!

miércoles, 28 de mayo de 2008

Hola!

El otro día estuve ordenando cajones y me salieron unos apuntes del curso de inglés en Toronto. Una de las cosas más interesantes que rescaté son un par de fotocopias que nos daban en clase para que conociéramos un poco mejor a los canadienses, y para que si todavía hay alguien que se los imagina como a los americanos, vaya olvidándose del tema... jajaj

Método humanista? Eso parece...

Nos vemos mañana,
Inma

P.D.: el scáner de la uni no hace milagros, así que mejor os las pego en pequeño; si las abrís se ven bien... sorry!